Amazfit Balance vs Active – ¿Qué Amazfit te recomendamos?

Amazfit Balance

Amazfit Active

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Dentro de las gamas de smartwatches más económicas, como Amazfit, es posible escoger entre modelos más sencillos y otros más avanzados. En este artículo, te mostramos una comparativa entre los relojes inteligentes Amazfit Balance y Amazfit Active. Se trata de dos modelos con una buena relación calidad-precio, pero entre los que hay algunas diferencias a tener en cuenta. Básicamente, a modo de resumen, podríamos decir que uno es más indicado para quienes quieren llevar un control más exhaustivo de su estado físico que el otro.

En general, el Amazfit Balance mejora algunas de las especificaciones que ya tiene el Active. Por ejemplo, ambos smartwatches cuentan con el sensor BioTracker, que permite llevar un control más férreo de los principales parámetros de salud. Sin embargo, la versión del sensor que tiene el Balance es más avanzada que la que tiene el Active. Además, está complementado con un sensor de impedancia bioeléctrica, uno de presión de aire y uno de luz ambiental que no encontramos en el Amazfit Active.

Otro de los aspectos en los que difieren ambos smartwatches es el rendimiento en cuanto a modos deportivos, que es superior en el Amazfit Balance. No solo porque es capaz de identificar más modos deportivos, sino porque puede reconocer más de forma inteligente. Todo ello redunda en una experiencia de usuario mucho más completa.

Pero, como siempre te decimos, la mejor forma de saber cuál de los dos smartwatches merece más la pena es comparándolos en detalle. ¡Y eso es lo que vamos a hacer ahora!

Misma marca, dos diseños totalmente diferentes

Pese a que ambos smartwatches son de la misma marca, no pueden ser más distintos entre sí. El Amazfit Balance tiene una esfera redonda con un bisel metálico y una corona clásica, mientras que el Active tiene una esfera rectangular más propia de los smartwatches deportivos. Esta diferencia de forma se traduce, también, en el tamaño, y, lógicamente, en el peso. El marco metálico del Amazfit Balance hace que este smartwatch sea más pesado.

La pantalla del Amazfit Balance mide 1,5 pulgadas, algo menos de las 1,75 pulgadas que mide la del Active. Sin embargo, esto no significa que el Amazfit Active tenga una pantalla más brillante. De hecho, tiene más resolución la del Balance, pese a que ambas tienen tecnología AMOLED. Por otro lado, cabe destacar que el Amazfit Active solo tiene un botón lateral, que se convierten en dos en el caso del Balance.

En cambio, los dos tienen la misma resistencia al agua, de 5 atmósferas, lo que les permite sumergirse hasta 50 metros de profundidad. Por último, debes saber que ambos están disponibles en distintos colores, si bien la variedad cromática es mayor en el Amazfit Balance.

El Balance tiene más modos deportivos

Una de las diferencias más significativas entre los dos modelos de Amazfit es el número de modos deportivos que incluyen. El Balance tiene un total de 156 modos deportivos, que se quedan en 127 en el caso del Active. Y, además de este conjunto de modos, es interesante destacar cuáles es capaz de reconocer de forma inteligente cada smartwatch. El Amazfit Balance puede detectar 25 movimientos de entrenamientos de fuerza y 8 modos deportivos. Por su parte, el Amazfit Active reconoce 7 movimientos deportivos.

Además, el Amazfit Balance tiene 6 sistemas de posicionamiento satelital, uno más que el Amazfit Active, algo que te puede interesar si sueles practicar deportes como el trekking, el ciclismo o el senderismo. Y, como novedad, el Balance puede medir la frecuencia cardíaca también cuando estás nadando.

Parámetros de salud: más detalle y precisión

Si nos fijamos en las métricas relacionadas con la salud, vemos una clara evolución entre el Amazfit Active y el Balance. En general, podríamos decir que los dos son capaces de medir los mismos parámetros, solo que le Balance lo hace con más detalle y precisión. Los dos smartwatches tienen el sensor BioTracker, que permite realizar una medición 24 horas de la frecuencia cardíaca, la saturación de oxígeno en sangre y el nivel de estrés. Sin embargo, el Amazfit Balance tiene una versión más actualizada que integra 8PD y 2LED, lo que hace que la medición sea mucho más detallada.

Además, solamente el Amazfit Balance tiene un sensor de impedancia bioeléctrica para medir tu composición corporal, así como un sensor de presión de aire y un sensor de luz ambiental adicionales. Por otro lado, los dos relojes pueden monitorizar el ciclo menstrual.

Pagos sin contacto, otra novedad

Cada vez estamos más acostumbrados a realizar pagos sin contacto a través del smartwatch, pero no todos los modelos lo permiten. De hecho, entre nuestros dos protagonistas, solamente el Amazfit Balance cuenta con la tecnología NFC que habilita este tipo de pagos contactless. Esto se debe a que Amazfit se ha asociado con Mastercard, por lo que no es compatible con todas las tarjetas ni en todos los países. Aun así, es una ventaja importante frente al Amazfit Active, que no ofrece esta posibilidad.

Otras funcionalidades inteligentes

Antes de terminar, queremos contarte algunas diferencias relevantes que atañen a otras funcionalidades tecnológicas que, aunque no son las más importantes, pueden ayudar a tomar una decisión. Por ejemplo, el Amazfit Active puede almacenar hasta 250 MB de música, mientras que el Amazfit Balance puede guardar hasta 2,2 GB.

También tiene otra pequeña particularidad, y es que cuenta con un temporizador para la técnica pomodoro, una técnica de actividad que consiste en realizar una actividad durante 25 minutos y descansar 5, sucesivamente. Más allá de estas dos salvedades, ambos smartwatches integran el asistente de voz Alexa, se pueden conectar con el smartphone vía Bluetooth para responder llamadas y consultar notificaciones, y son compatibles con la app de Zepp.

¿Qué smartwatch de Amazfit merece más la pena?

Ahora que ya sabes cuáles son las diferencias y similitudes más importantes entre los modelos Balance y Active, solo queda elegir cuál se asemeja más a lo que buscas. Evidentemente, la diferencia de precio es importante, y, en este caso, está justificada. El Amazfit Balance es un smartwatch más caro, pero cuenta con numerosas ventajas frente al Active. Tiene un conjunto de sensores más amplio y actualizado, más variedad de entrenamientos deportivos, más capacidad para almacenar música y la posibilidad de realizar pagos sin contacto.

Pese a que su precio es más alto que el del Amazfit Active, no nos parece el smartwatch más caro si lo comparamos con otras marcas, teniendo en cuenta todas las posibilidades que tiene. Por lo tanto, nos parece que su relación calidad-precio es bastante acertada, y que es una buena inversión si sabes cómo optimizar su uso. Ahora bien, si vas a utilizar el smartwatch para aspectos mucho más básicos, es probable que te resulte suficiente con el Amazfit Active, y es una inversión económica más baja.

Por lo tanto, piensa hasta qué punto vas a aprovechar todas las actualizaciones que ofrece el Balance, porque ese va a ser el argumento principal que te lleve a tomar una decisión.